Pero nos vieron pasar…
Una vez, un monje y su discípulo conversaban sobre la poca asistencia a las oraciones matutinas que existía en el templo.
Así que acordaron ir al pueblo a visitar y tratar de inspirar a las personas. Ambos armados únicamente con sus túnicas ceremoniales recorrieron el pueblo en silencio y al final del recorrido se encontraron de nuevo en el templo, ahí el discípulo preguntó:
-Maestro pero solo caminamos y no hablamos con nadie ¿como haremos que las personas vuelvan si no los convencemos?
El maestro sonrió como si estuviera esperando la pregunta y contestó
-¡Pero nos vieron pasar!
Fin.
Moraleja: Caminando por el pueblo el monje logró tres objetivos; dejarle saber a las personas que el templo está abierto, los monjes activos y también que no importa el ajetreo diario debemos recordar la importancia de la fe en nuestras vidas.
En Artes marciales a veces solo basta con ponerse el uniforme y entrenar, que las personas vean la constancia, el esfuerzo por mejorar y el amor por el arte. Eso muchas veces basta para inspirar a los demás, no con palabras sino con hechos. Siempre tratar de predicar con el ejemplo.
Deberíamos muchas veces cerrar el libro de teoría, ponernos “la túnica” y sólo practicar.